viernes, 27 de febrero de 2015

Descripción realista de un espacio cántabro

LA CAVADA
La Cavada es un pequeño pueblo perteneciente al ayuntamiento de Riotuerto. Me parece un lugar muy agradable porque, además de ser mi pueblo, es un sitio muy tranquilo para pasar unos días. La mejor época para vivir allí pienso que es en verano, debido a que gracias a las fiestas y al buen tiempo sus silenciosas y oscuras calles se llenan de luz, de color y de familias riendo y conversando. También opino que La Cavada es un lugar perfecto para andar en bici, pues tiene carreteras con muy poco tráfico, y no tiene distancias extremadamente largas como para cansarse mucho. Saliendo en bicicleta desde mi casa de piedra de allí, con todas las características de "antigua casona cántabra", podemos seguir un no muy largo itinerario hasta el Arco de Carlos III. Según se sale de mi jardín, se puede contemplar una larga cuesta que lleva a la moderna bolera cubierta en la que juega el equipo de bolos de La Cavada sus partidos. Si seguimos subiendo esta cuesta llegamos al museo de cañones, armamento por el que es conocido mi pequeño y humilde pueblo. Estos cañones fueron fabricados muchos siglos atrás por mis antepasados, entonces La Cavada tenía la Real Fábrica de Cañones, que surtía a toda la armada española, pues era la única existente en el país.

Podemos seguir subiendo la interminable cuesta y ver a mano izquierda la piscina, que tantos recuerdos trae a mi mente de maravillosas tardes pasadas en las hamacas con mis amigos de la infancia. Llegados a este punto, comenzaremos a bajar por donde hemos ascendido y acabaremos en "la barata" un bar que se encuentra en el bajo de una casa minúscula y muy antigua, donde los más ancianos del pueblo se reúnen para hablar mientras toman un chocolate caliente con churros. Si seguimos con nuestro trayecto pasaremos por encima del sucio y muy poco cuidado río Miera. Una vez cruzado el puente, contemplamos una bonita y pequeña plaza que termina con el célebre Arco de Carlos III.