lunes, 8 de junio de 2015

LA GENERACIÓN NINI

LA GENERACIÓN NINI
Como ya hemos estudiado, una generación es un grupo de personas de un mismo o parecido período de tiempo, que comparten unas características similares. Los "Nini" son aquellos que ni estudian, ni trabajan, por diferentes razones.
Dentro de este grupo hay que diferenciar varios subgrupos (esto recuerda a las oraciones subordinadas especificativas y explicativas), por un lado están los que no han tenido oportunidades para estudiar por motivos económicos y que ahora no son capaces de encontrar trabajo, por otro lado están los que han llevado a cabo unos estudios y aún así no son admitidos en ningún puesto de trabajo debido a la situación de España actualmente y por último (me gustaría pensar que fuesen la minoría) están aquellos que no quieren estudiar ni hacer nada, solo desean permanecer en casa tumbados en el sofá viendo la televisión o jugando a videojuegos. En mi opinión, ellos no son conscientes de lo que están haciendo y en un futuro, no muy lejano, se arrepentirán mucho y se darán cuenta, aunque quizás ya sea tarde, de que no se puede vivir así, dependiendo de los padres, a los que, por cierto, tratan a gritos y no agradecen todo lo que les ayudan, al contrario, se lo reprochan cuando estos no lo hacen. Tiene que ser desesperante y frustrante haber criado a un hijo, haberle ayudado todo lo que se ha podido y ver su desagradecimiento. Me gusta tener esperanza y creer que estas personas terminan madurando y saliendo de esta situación al aburrirse de una vida tan sedentaria, pero cada vez son más la cantidad de ninis que hay en España, en parte culpa de la televisión y los programas catalogados como "telebasura" que hacen ver a gente muy ignorante y muy soez como ejemplos a seguir para los jóvenes.
 Es una generación bajo mi punto de vista muy criticada, lo que a mí no me parece bien, puesto que están sufriendo mucho y viviendo en casa un auténtico drama. Algo que no puedo soportar es la palabra "nini". Este nombre suena a chiste y no es una broma precisamente la situación que están pasando, me parece una falta de respeto hacia ellos.
Quizás no todo sea culpa de estos jóvenes ya que la propia sociedad con su falta de expectativas ha hecho que proliferen cada vez más en nuestros hogares estos ninis. La falta de estudios, la falta de preparación, la cultura del ocio y el desencanto ante una vida sin salidas laborales ha hecho que sean ellos mismos los que se han construido una cárcel en la que permanecen enjaulados.

viernes, 27 de febrero de 2015

Descripción realista de un espacio cántabro

LA CAVADA
La Cavada es un pequeño pueblo perteneciente al ayuntamiento de Riotuerto. Me parece un lugar muy agradable porque, además de ser mi pueblo, es un sitio muy tranquilo para pasar unos días. La mejor época para vivir allí pienso que es en verano, debido a que gracias a las fiestas y al buen tiempo sus silenciosas y oscuras calles se llenan de luz, de color y de familias riendo y conversando. También opino que La Cavada es un lugar perfecto para andar en bici, pues tiene carreteras con muy poco tráfico, y no tiene distancias extremadamente largas como para cansarse mucho. Saliendo en bicicleta desde mi casa de piedra de allí, con todas las características de "antigua casona cántabra", podemos seguir un no muy largo itinerario hasta el Arco de Carlos III. Según se sale de mi jardín, se puede contemplar una larga cuesta que lleva a la moderna bolera cubierta en la que juega el equipo de bolos de La Cavada sus partidos. Si seguimos subiendo esta cuesta llegamos al museo de cañones, armamento por el que es conocido mi pequeño y humilde pueblo. Estos cañones fueron fabricados muchos siglos atrás por mis antepasados, entonces La Cavada tenía la Real Fábrica de Cañones, que surtía a toda la armada española, pues era la única existente en el país.

Podemos seguir subiendo la interminable cuesta y ver a mano izquierda la piscina, que tantos recuerdos trae a mi mente de maravillosas tardes pasadas en las hamacas con mis amigos de la infancia. Llegados a este punto, comenzaremos a bajar por donde hemos ascendido y acabaremos en "la barata" un bar que se encuentra en el bajo de una casa minúscula y muy antigua, donde los más ancianos del pueblo se reúnen para hablar mientras toman un chocolate caliente con churros. Si seguimos con nuestro trayecto pasaremos por encima del sucio y muy poco cuidado río Miera. Una vez cruzado el puente, contemplamos una bonita y pequeña plaza que termina con el célebre Arco de Carlos III.